Investigaciones sobre maltrato infantil

Investigaciones sobre maltrato infantil

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen la tarea de investigar una miríada de delitos. Desde delitos de cuello blanco hasta asesinatos, los investigadores pueden ser llamados a ejecutar fielmente sus deberes sin importar la situación. Aunque todos los agentes del orden se esfuerzan por hacerlo lo mejor posible, incluso ante la adversidad, la carga emocional que el trabajo les supone puede ser abrumadora. Con mucho, uno de los trabajos más difíciles y exigentes que puede tener un investigador es investigar casos de abuso infantil. Los niños son inocentes y necesitan ser protegidos, por lo que los delitos que implican abusos a menores, ya sean de naturaleza física o sexual, son especialmente atroces.

La resolución de delitos de abuso infantil tiene un efecto doblemente positivo cuando se lleva a cabo con éxito. En primer lugar, y lo que es más importante, se aparta inmediatamente del peligro al niño que está sufriendo los malos tratos y se espera que evite futuros abusos. En segundo lugar, el agresor es apartado de la sociedad para que no pueda hacer daño a ningún otro niño. Los agentes del orden que llevan a cabo estas investigaciones deben estar preparados para trabajar con ellos tanto física como emocionalmente.

Maltrato físico infantil

En Estados Unidos se registran más de seis millones de incidentes de maltrato físico infantil al año. Si esta estadística es cierta, ¡hay una media de un caso de maltrato infantil en Estados Unidos cada diez segundos! Aunque el maltrato infantil es horrible en sí mismo, la opinión pública olvida a menudo que el maltrato puede tener efectos duraderos en los niños, incluso después de haber cesado. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los adultos que declararon haber sufrido seis o más malos tratos en su infancia tienen una esperanza de vida media dos décadas menor que los que no declararon haber sufrido ninguno. Además, las enfermedades cardíacas, pulmonares, hepáticas y otras dolencias diversas pueden estar directamente relacionadas con los adultos que sufrieron abusos en la infancia. Basta decir que el maltrato infantil es un delito muy grave.

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que lleven a cabo investigaciones de abusos a menores deben estar debidamente formados para tratar con la víctima de abusos, con los posibles testigos o sospechosos, así como con las pruebas físicas o electrónicas que puedan descubrirse en el curso de la investigación. La gestión adecuada de las pruebas puede suponer la diferencia entre rescatar a un niño en peligro o dejar libre a un agresor.

Abuso sexual infantil

Los casos de abuso sexual infantil se consideran universalmente en los círculos policiales como algunos de los casos más difíciles que un oficial puede trabajar durante su carrera. Además de la naturaleza compleja de los casos de abuso infantil, que ahora casi siempre tienen algún tipo de nexo con Internet, trabajar en casos de abuso sexual infantil puede afectar gravemente al bienestar del agente investigador.

Antes de iniciar un caso de abuso sexual infantil, un agente de policía prudente se asegurará de que está preparado, no sólo con el material y el equipo necesarios para llevar a cabo la investigación, sino también de que está emocionalmente capacitado para afrontar el caso. ¿Las fuerzas del orden entrevistarán a la víctima infantil? ¿Cómo se grabará esta entrevista para su posible uso en el juicio? ¿Dispone su departamento o agencia del software de redacción de vídeo o audio necesario para proteger la identidad de la víctima? Estando preparado, un agente de las fuerzas del orden puede aumentar las probabilidades tanto de éxito en el procesamiento de un sospechoso como de un daño mínimo a su propia salud emocional.

Cuidar de uno mismo

Los agentes de la ley son gente dura. Ser duro es un requisito para el trabajo y pedir ayuda a menudo se percibe como un signo de debilidad (aunque no debería ser así). Así pues, ¿a dónde deben acudir los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y a quién deben recurrir cuando las tensiones del trabajo son demasiado fuertes para soportarlas, como suele ocurrir cuando se trabaja en casos de abuso infantil durante un periodo de tiempo prolongado?

La Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP) ha dado pasos de gigante para garantizar que los problemas de salud mental de sus agentes se tomen en serio y que haya recursos disponibles para los agentes que los necesiten. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley también deben poder contar con el asesoramiento y la ayuda de su familia, amigos y compañeros cuando tengan que hacer frente a problemas emocionales relacionados con el trabajo.

Por último, si un agente de las fuerzas del orden decide que la carga emocional de trabajar en casos de abuso infantil se está volviendo demasiado difícil de manejar, DEBE ser capaz de transmitirlo a su supervisor inmediato y, posteriormente, DEBE ser reasignado a una unidad diferente. Ser proactivo con respecto a la salud mental es una de las mejores cosas que un agente de las fuerzas del orden puede hacer tanto por sí mismo como por su carrera.

Conclusiones

Los casos de maltrato infantil se encuentran entre los más importantes y significativos en los que puede trabajar un agente del orden durante su carrera. Además de apartar a una persona peligrosa de la sociedad, el agente de la ley que consiga un resultado satisfactorio en un caso de abuso de menores se asegurará de que el menor no vuelva a ser objeto del abuso.

Tanto el maltrato físico como el abuso sexual de menores son delitos horribles que pueden tener efectos duraderos en la víctima, incluso en la edad adulta. Al rescatar a un niño de una situación de abuso, los agentes de la ley pueden saber que están marcando diferencias reales y a largo plazo en la vida de ese niño que tendrán efectos dramáticos más allá de la infancia de esa persona. Al estar preparados tanto profesional como emocionalmente, y al estar dispuestos a abogar por sí mismos si surge la necesidad, los agentes del orden que llevan a cabo investigaciones de abuso infantil pueden asegurarse de que son eficaces y emocionalmente sanos al realizar sus deberes críticos.

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