Resolución de video y evidencia digital
Ya hemos hablado anteriormente de la velocidad de los fotogramas y de cómo el ojo humano puede completar la información faltante en una imagen cuando la velocidad de los fotogramas es deficiente. Ahora vamos a hablar de la resolución de las cámaras y de cómo afecta a los videos.
Imagen entrelazada y “creaciones” del ojo humano
Si ha visto la televisión, ha visto imágenes entrelazadas. Las imágenes entrelazadas en video son aquellas en las que los fotogramas se diseccionan en filas pares e impares, donde las filas pares representan los datos del fotograma que se está viendo, mientras que las filas impares se dejan en blanco durante la transmisión. Si esto suena confuso es porque lo es.
En el momento de la aparición de la televisión, contar con la capacidad de transmitir señales a los hogares era el mayor reto que las emisoras enfrentaban en su búsqueda por acaparar mayores mercados. A medida que la tecnología para el procesamiento y la difusión de la señal aumentó, también lo hicieron los costes de transmisión de las señales a determinados mercados. De toda la investigación que hemos realizado se desprende que el entrelazado fue un intento de reducir algunos de los costes que suponía la difusión de contenidos para las grandes cadenas, que se dieron cuenta de que el mercado de los canales de 24 horas aumentaba rápidamente. El entrelazado permitió que el cable coaxial, que dominaba la recepción de señales como se recordará, desarrollara “estándares”. Esto significaba que para mostrar un programa con movimiento fluido en la televisión las cadenas enviaban 60 medios fotogramas de video por segundo a través de su servicio de cable o satélite, lo que nos lleva a la tasa de fotogramas estándar de los programas de televisión: 30 FPS. Esto significa que prácticamente todo lo que ha visto en televisión hasta hace muy poco era un engaño para los ojos.
Si usted tiene una vieja grabación de televisión en una cinta VHS, la mejor manera de comprobar lo que le cuento es poner la cinta y luego pulsar al azar el botón de pausa. Cuando lo haga es probable que encuentres borrosidad en el fotograma donde dos puntos de entrelazado no coinciden bien, lo que se conoce como peinado. Las líneas impares de un fotograma y las líneas pares del fotograma anterior se mezclan para mostrar movimiento. Estos momentos de peinado son puntos en los que los datos luchan por el espacio en el fotograma, creando una representación de información inexacta ante nuestros ojos. Ahora bien, es justo señalar que también es probable que el movimiento que se ve en estos fotogramas sea exacto en términos de lo que estaba ocurriendo en el momento en que el programa se emitió originalmente. Sin embargo, la forma en que nuestros antiguos televisores y la tecnología funcionaban era a través de la manipulación del video para mostrar la acción. Si alguna vez ha oído hablar de pruebas de un caso que se han desechado debido a la manipulación o a una mala interpretación, entonces sabe que lo que acaba de leer sería motivo para poner en duda bastantes pruebas antiguas. Nos referimos a los videos del circuito cerrado de televisión, las grabaciones de las cámaras de seguridad e incluso, los videos de las furgonetas de vigilancia.
En nuestro artículo sobre la velocidad de los fotogramas del video nos referimos al hecho de que hay límites a la cantidad de información que el ojo humano puede procesar. También hablamos del hecho de que el ojo humano inventa la información faltante cuando una serie de fotogramas presentan una información incompleta. Si a la alta probabilidad de que nuestros ojos llenen los vacíos de información sumamos el fenómeno de peinado, llegamos a la conclusión de que este material no sirve como evidencia. Pero para resolver este problema tenemos que entender de qué disponemos en términos tecnológicos.
Tipos de resolución y relación de aspecto
Si ha pasado algún tiempo comprando televisores, sabrá que en algún momento hubo pantallas de 1080i. Esta denominación hace referencia al número de píxeles y al formato de los fotogramas que componen el contenido que se está viendo. 1080 significa que la pantalla tiene 1920 píxeles en horizontal y 1080 en vertical y que esos píxeles forman parte de fotogramas entrelazados.
Las resoluciones entrelazadas permiten 30 fotogramas por segundo. Las pantallas de 1080p utilizan la última relación de aspecto estándar de 16:9, a la que se han convertido todos los televisores tras utilizar anteriormente 4:3. La relación de aspecto se refiere a la anchura y la altura de las unidades utilizadas en una pantalla para su visualización. Tanto la relación 4:3 como la 16:9, si se dibujaran, lucirían como un rectángulo de tamaño típico. Además de la pantalla 1080i, ahora hay 720p y 1080p, que reproducen a 1280 píxeles por 720 píxeles y 1920 píxeles por 1080 píxeles, respectivamente, a velocidades de fotogramas progresivas que saltan de 30fps a 60fps.
Pero lo que nos importa son las cámaras que utilizamos, no necesariamente la pantalla que reproduce los videos. Al presentar esta información intentamos dar una idea de lo que se debería esperar de las cámaras, en lugar de aceptar lo que nos digan que es el estándar de la industria. Muchos fabricantes de cámaras corporales y de salpicadero de automóviles intentan mantener en el mercado una tecnología de resolución obsoleta. Uno de ellos sigue manteniendo la resolución 480 VGA, una resolución de video creada por IBM cuando todavía fabricaba ordenadores en 1987. ¿Usted quiere que sus investigaciones más delicadas se apoyen en una calidad de video de los años ochenta? Claro que no.
Al igual que la tecnología a la venta para el consumidor promedio sigue evolucionando, también debería hacerlo la utilizada en la seguridad pública. Las cámaras están diseñadas para formatos progresivos y deberían grabar a 1080p, lo que se considera una alta definición de cuadro completo. Ya hemos hablado de que con las frecuencias de fotogramas hay opciones, pero cuando se trata de escoger se deben favorecer los dispositivos que producen materiales con mayor resolución. Uno de los principales problemas con la baja resolución es la inexactitud de los colores que se presenta porque la iluminación natural juega con el iris de la cámara. Necesitamos cámaras que no sean tan susceptibles a los percances provocados por la luz. Los agentes trabajan tanto en entornos oscuros como espacios muy iluminados y cada escenario presenta dificultades para las cámaras. Aunque el ojo humano puede captar determinados detalles de una escena del crimen, las resoluciones de video anticuadas los pasan por alto. Al proveer con tecnología obsoleta a nuestras fuerzas del orden no estamos haciendo justicia ni a nuestros agentes ni a la comunidad.
Conclusiones
Hay muchas otras resoluciones de video más allá de 1080p, como 2K y 4K, y es posible que con el tiempo se perfeccione esta tecnología aún más para el tipo de dispositivos que se utilizan en la seguridad pública. Sin embargo, por el momento 1080p es la mejor y única opción cuando se trata de cámaras. Tanto si se trata de una llamada telefónica como de una investigación o una denuncia que se está revisando, los detalles importan y se necesita una tecnología que capture todos los detalles.