Privacidad de los datos y opciones sanitarias

Privacidad de los datos y opciones sanitarias

La HIPAA y la privacidad de las historias clínicas

En los últimos treinta años, el paso de las historias clínicas del papel a los archivos electrónicos ha creado una mayor conciencia sobre el control de la información sanitaria privada. Los proveedores de atención sanitaria y los profesionales de la salud pública siempre han valorado la privacidad de sus pacientes. Una vez que los datos pasaron del papel a los formatos electrónicos, las anteriores protecciones legales a la privacidad del paciente a nivel federal, tribal, estatal y local se volvieron inadecuadas para proteger los archivos de datos.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (DHHS) creó un nuevo conjunto de normas de privacidad que establece regulaciones federales para proporcionar protecciones básicas. Estas protecciones se refieren a la forma en que se transfieren los datos entre los proveedores médicos y otras personas que tienen acceso legítimo. En 1996 se creó la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros Médicos (HIPAA). Estas normas se diseñaron para garantizar los estándares que facilitan las transacciones electrónicas relacionadas con la asistencia sanitaria. De igual forma, se adoptaron normas nacionales para simplificar la normativa sobre privacidad sanitaria. A medida que la tecnología avanzaba, el Congreso reconoció que se produciría una importante erosión en el mantenimiento de la privacidad de los registros sanitarios de los pacientes. Entonces, el Congreso votó y aprobó las disposiciones de la HIPAA para que se convirtieran en la política federal de privacidad relativa al manejo de la información sanitaria.

Las normas de privacidad de la HIPAA también se conocen como Normas de Privacidad de la Información Sanitaria Individual de Identificación y constituyen la primera normativa nacional para la protección de los datos privados de los pacientes. Las normas de privacidad son un mandato federal y regulan la forma en que las entidades sanitarias pueden utilizar o divulgar determinados datos sanitarios de identificación individuales. Este tipo de datos personales se denomina información sanitaria protegida (PHI).

La HIPAA establece una normativa federal estándar para el manejo de la PHI. También define cómo se debe transmitir y almacenar esa información, incluyendo la transferencia electrónica, en papel u oral de la información personal. Estas normas excluyen los registros educativos y laborales individuales. Las disposiciones específicas proporcionadas por el DHHS son las siguientes:

Impacto en el público

Esta normativa lleva incorporadas disposiciones para proteger la salud pública. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. tiene acceso limitado a los registros para ayudar a promulgar políticas que ayuden en caso de una amenaza para la salud pública. Las actividades de salud pública están respaldadas por la legislación, incluyendo las prácticas e investigaciones de salud pública, la vigilancia de la salud pública, las evaluaciones de programas, la preparación contra el terrorismo y las investigaciones de brotes. El DHHS también proporciona servicios sanitarios directos e investigación en salud pública. El departamento utiliza la información sanitaria privada para identificar, monitorear y responder a los brotes de enfermedades en todo el mundo, no sólo en territorio estadounidense. El DHHS usa esa información para estudiar las causas de muerte y discapacidad entre la población.

Como el DHHS forma parte de lo que consideraríamos autoridades de salud pública, tiene un largo historial de protección de la confidencialidad de la información de los pacientes. Cuando la DHHS creó las políticas de la HIPAA reconoció lo vital que resulta proteger la privacidad del paciente para respetar la dignidad individual. La confidencialidad y el respeto son claves para mantener la integridad de los datos sanitarios que se recogen. La agencia también trabaja directamente con otras agencias federales, como el CDC, para proteger la información de salud pública nacional y estatal y las prácticas de privacidad, iniciando políticas y protecciones legales.

Dado el impacto en la salud pública del DHHS, esta entidad tiene acceso a la PHI que resulte esencial para cumplir sus objetivos de salud pública. El acceso a los datos personales también puede ser fundamental para la administración de justicia y la aplicación de la ley. Aunque están concebidas para proteger la privacidad del paciente, las normas de privacidad también permiten expresamente compartir los datos bajo especificaciones únicas. Estas situaciones se dan generalmente a través de solicitudes de los tribunales o de otros organismos gubernamentales con derecho de acceso por razones legales o de salud pública.

Saneamiento de datos

¿Cómo colaboran los proveedores de servicios sanitarios y los pacientes para garantizar la privacidad de los datos sanitarios personales? Los proveedores de servicios sanitarios pueden enfrentarse a graves sanciones e incluso a cargos penales por filtrar información de sus pacientes, excepto en las circunstancias señaladas por el DHHS. La redacción y el saneamiento de los datos almacenados para su posterior consulta son las claves para proteger la privacidad individual y garantizar el cumplimiento de las normativas de privacidad que afectan al manejo, almacenamiento e intercambio de datos personales.

Los proveedores de servicios sanitarios deben ser capaces de garantizar la privacidad de los pacientes. Esta garantía significa que son responsables de eliminar o redactar la información sensible antes de almacenarla o compartirla con terceros. Tradicionalmente, la mayor parte de las redacciones han tenido que realizarse manualmente. Esto implica contar con departamentos enteros de personal con autorizaciones específicas y entrenado para detectar y eliminar datos que puedan revelar información sensible. Los costos de tener departamentos enteros dedicados a esta labor pueden ser demasiado altos para cualquier organización.

Hoy en día, los softwares de redacción como el de CaseGuard incorporan inteligencia artificial, aprendizaje automático y conocimientos de privacidad para redactar datos de forma rápida y sencilla. Disponer de este tipo de aplicaciones elimina la necesidad de contar con departamentos y equipos enteros dedicados a la redacción de datos. Sigue existiendo la necesidad del elemento humano para la revisión y el manejo de los datos, pero lo que habría tomado horas de trabajo manual puede hacerse ahora automáticamente en un abrir y cerrar de ojos. Convertir horas de redacción de datos en segundos no sólo supone un ahorro de tiempo, sino que ahorra una gran cantidad de dinero y es mucho más preciso que el proceso de redacción humana. Cuanto mayor sea la precisión, mayor será el ahorro para la agencia sanitaria que implemente el uso de la automatización inteligente en la redacción. A esto se suma la reducción de la posibilidad de enfrentar sanciones legislativas o incluso a cargos penales en caso de que se produzca una violación de los datos.

Tradicionalmente la protección de datos ha consistido en la eliminación de la información personal de identificación (nombres, números de la Seguridad Social, direcciones, etc.) contenida en los archivos de datos antes de su almacenamiento. También hay que tener en cuenta las historias clínicas y otros datos personales que pueden revelar información sobre un individuo mediante inferencias semánticas. Por ejemplo, la divulgación de los detalles de ciertos medicamentos y tratamientos puede revelar enfermedades delicadas. En el caso de otros datos, las acciones o la información específica de un expediente pueden sugerir inclinaciones políticas o hábitos que indiquen la orientación sexual o incluso las preferencias religiosas. La eliminación de datos semánticos es fundamental para la privacidad, ya que dicha información puede revelar rasgos individuales.

Debido a la enorme cantidad de datos que se divulgan diariamente, los softwares como el sistema inteligente creado por CaseGuard son esenciales para procesar datos en tiempo y forma. Los proveedores de servicios sanitarios redactan millones de documentos cada año, procesan videos y eliminan detalles personales de sus sistemas de almacenamiento de datos. Independientemente de si las ediciones se realizan de forma manual o automática, las violaciones de datos, incluso las ocasionadas por delincuentes, son responsabilidad de los portadores de datos. La redacción, el saneamiento y el cifrado son herramientas que ayudan a conservar los datos para el uso de la empresa, pero hacen que los detalles personales sean invisibles o no estén disponibles para quienes harían un mal uso de ellos.

¿Cómo evitar la divulgación?

Los proveedores de servicios de salud se enfrentan a graves sanciones, incluso a acciones penales, en caso de que sus sistemas de datos sean vulnerados, los datos sean revelados accidentalmente o incluso el personal haga un mal uso de ellos. Para evitar una pérdida en los resultados de su negocio y mantener su reputación como proveedor, los organismos deben tomar todas las medidas necesarias para evitar la divulgación. Contar con un sistema de redacción inteligente de calidad como CaseGuard puede ayudar a prevenir la pérdida de datos, crear eficiencia en su almacenamiento, gestionar el acceso a los mismos y proteger la reputación de su empresa. Esto es invaluable para cualquier compañía, pequeño negocio o proveedor de salud.

Las herramientas proporcionadas a través del software de redacción de documentos de CaseGuard proporcionan una variedad de beneficios adicionales. El proceso de redacción con CaseGuard está diseñado con inteligencia artificial y aprendizaje automático, lo que lo hace mucho más preciso que la redacción manual. La precisión puede proteger los datos y evitarle a una empresa las sanciones, violaciones de datos e incluso la pérdida de reputación. El software incluye varias funcionalidades capaces de procesar archivos de audio, video y texto en un solo sistema. El programa ha sido diseñado para ser fácil de usar, de modo que el personal con los niveles de autorización adecuados pueda recibir formación para utilizar el sistema con eficacia.

Las herramientas adicionales incorporadas al programa de CaseGuard también permiten realizar traducciones. El software traduce automáticamente treinta y dos idiomas, lo que ahorra dinero a los proveedores de servicios sanitarios. La funcionalidad de traducción puede utilizarse en las redes sociales, los videos y otras plataformas promocionales con el fin de alcanzar a mayor número de clientes. CaseGuard puede traducir, transcribir y subtitular videos para ser compartidos en las redes sociales. Nuestro software garantiza la seguridad y la privacidad, le ahorra dinero y tiempo y construye su negocio.

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