COVID-19, aprendizaje a distancia, privacidad y nuevas demandas judiciales
Al inicio de la pandemia mundial de COVID-19, en marzo de 2020, empresas, organizaciones e instituciones educativas por igual enfrentaron dificultades para ejercer sus funciones debido a las órdenes de aislamiento que impidieron a las personas interactuar entre sí en espacios públicos. Como resultado de las restricciones, muchos servicios que tradicionalmente se habían prestado en persona se administraron a distancia. Muchos colegios y universidades recurrieron al aprendizaje a distancia para garantizar que sus estudiantes pudieran seguir persiguiendo sus objetivos educativos. Sin embargo, el rápido cambio a la enseñanza a distancia no se produjo sin ciertas preocupaciones en lo que respecta a la privacidad personal.
Más concretamente, muchos profesores y administradores escolares empezaron a pedir a los estudiantes que encendieran las cámaras de sus ordenadores personales y dispositivos móviles cuando realizaban exámenes, trabajaban en tareas y entregaban deberes. Todo ello en un esfuerzo por evitar que los estudiantes cometieran fraude. Sin embargo, muchas de estas solicitudes de los profesionales de la educación violaban la privacidad personal de sus alumnos. Las deficiencias de la legislación sobre privacidad en Estados Unidos han dado lugar en los últimos dos años a una letanía de acusaciones en las que los estudiantes afirman que tuvieron que sacrificar su privacidad para completar una determinada tarea escolar a distancia.
Universidad Estatal de Cleveland
Aaron M. Ogletree, antiguo alumno de la Universidad Estatal de Cleveland (Ohio), presentó recientemente una demanda contra su antigua escuela ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. alegando que se había violado su derecho constitucional a la privacidad, recogido en la Cuarta Enmienda, cuando se le obligó a permitir que se inspeccionara a distancia su habitación antes de que realizara un examen de Química General II. Para contextualizar, a pesar de que la Universidad Estatal de Cleveland había estado ofreciendo una combinación de instrucción a distancia y en persona cuando Ogletree se inscribió en la clase de Química General II en 2021, un artículo del New York Times que ha cubierto el asunto explica que se le prohibió participar en dicha instrucción en persona debido a: “diversos problemas de salud que afectan a su sistema inmunológico”.
El supervisor del examen que Ogletree realizó en la clase en cuestión en 2021 le exigió que consintiera en que se inspeccionara el área de trabajo dentro de su casa antes de comenzar la prueba. En respuesta, Ogletree sostuvo que tal política era invasiva y tomó medidas para impugnarla. Como resultado, tres días después la política de inspección del área de trabajo fue eliminada para su clase de Química General II. Sin embargo, sólo un mes más tarde, antes de un segundo examen que debía realizar, Ogletree se enfrentó a una situación prácticamente idéntica. Una vez más, Ogletree puso en conocimiento del supervisor que coordinaba el examen que iba a realizar sus objeciones a la política de inspección remota.
No obstante, a pesar de que Ogletree reiteró que consideraba que esta petición vulneraba su derecho a la privacidad personal recogido en la Cuarta Enmienda, finalmente accedió a la petición de inspección de su área de trabajo, que duró entre diez segundos y un minuto, según los documentos del tribunal. Por su parte, el juez Calabrese se mostró favorable a la demanda de Ogletree cuando escribió que: “Sostener lo contrario, como argumenta el demandado, plantea cuestiones aún más difíciles sobre qué norma jurídica, en su caso, rige las inspecciones y las posibles consecuencias de la aplicación de tal ley en otras áreas de la vida y la tecnología.”. Además, el juez ordenó a los abogados de Ogletree y a los representantes de la Universidad Estatal de Cleveland que: “Discutan posibles remedios y proporcionen una actualización en septiembre.”.
Respuesta de la Universidad Estatal de Cleveland
La Universidad Estatal de Cleveland aún no ha hecho comentarios públicos sobre la demanda de Ogletree. Dave Yost, representante legal de la escuela y actual fiscal general de Ohio, al parecer está revisando la decisión del Juez Calabrese y trabajando con la universidad para determinar cuáles deben ser los próximos pasos en el proceso. Por otra parte, Bethany McCorkle, portavoz de la universidad, refirió en un correo electrónico que: “Garantizar la integridad académica es esencial para nuestra misión y nos guiará a medida que avanzamos. Mientras este asunto siga en litigio activo, no podemos hacer más comentarios.”.
A falta de una ley federal de protección de datos similar a la Regulación General de Protección de Datos (GDPR) de la UE, los ciudadanos estadounidenses seguirán enfrentándose a circunstancias en las que sentirán que su privacidad personal se ve comprometida de una forma u otra. Es más, la pandemia de COVID-19 no ha hecho sino exacerbar estos problemas, ya que muchas personas en todo el mundo tuvieron que empezar a depender de los servicios digitales para poder completar sus tareas cotidianas de forma eficaz. La demanda que Aaron M. Ogletree presentó contra la Universidad Estatal de Cleveland a principios de este año es sólo un ejemplo de cómo una institución educativa alegadamente violó los derechos de privacidad de uno de sus estudiantes en lo que respecta al aprendizaje a distancia y seguramente en los próximos meses y años surgirán nuevas acusaciones en la misma línea.