La Ley de Veracidad de Préstamos, una nueva norma federal
November 22, 2024 | 6 minutes read
La Ley de Veracidad en los Préstamos (TILA) es una ley federal aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 1968. La TILA fue aprobada con el propósito de proteger a los consumidores estadounidenses en lo que respecta a sus relaciones con los acreedores y prestamistas. En virtud de la TILA, los prestamistas, acreedores y otras partes relacionadas e instituciones financieras están obligados a revelar los términos y condiciones de sus prácticas de préstamo cuando se comprometen con los prestatarios, así como proporcionar a dichos prestatarios información relativa a la tasa de porcentaje anual o TAE del préstamo y los costes totales que los prestatarios se producirán al tomar un préstamo. Además, la ley también exige que toda la información que se revele a los consumidores se haga de forma visible, incluidos los documentos iniciales que se presentan a los consumidores, así como los extractos de facturación en algunos casos. La TILA ha sido modificada a lo largo de los años para adaptarse al crecimiento y a los cambios que se han producido en el sector crediticio y de préstamos en Estados Unidos.
¿Cuáles son las disposiciones de la TILA?
La TILA ofrece a los consumidores estadounidenses una serie de protecciones en relación con sus interacciones y relaciones con los acreedores y prestamistas. En particular, la ley exige que se revele a los consumidores la siguiente información antes del cierre de un préstamo o línea de crédito, lo que se conoce como “Truth in Lending” o “TIL”:
- La tasa anual equivalente o TAE
- Los gastos financieros asociados.
- El calendario de pagos.
- El importe total a financiar.
- El importe total de los pagos que deberán efectuarse a lo largo de la vida del préstamo.
Además de revelar determinada información a los consumidores antes de suscribir un contrato de préstamo o crédito, la TILA también ofrece a los consumidores un derecho de rescisión para determinados tipos de préstamos. En virtud de este derecho de rescisión, un consumidor tiene derecho a que se le conceda un “período de reflexión de tres días”, durante el cual puede reconsiderar las condiciones del préstamo o contrato de crédito que ha solicitado y decidir anular su decisión sin perder dinero. Este derecho de rescisión está concebido para proteger a los consumidores de las prácticas abusivas en la concesión de préstamos, como los casos en los que un consumidor acepta las condiciones de un préstamo o línea de crédito sin que se le haya facilitado toda la información pertinente sobre dicho acuerdo, así como los casos en los que un acreedor o prestamista utiliza tácticas de venta de alta presión para ofrecer servicios de crédito a los consumidores.
¿Qué tipos de crédito cubre la TILA?
Las disposiciones y protecciones establecidas en la TILA son aplicables a diversos tipos de crédito. Algunos de estos tipos de crédito son
- Crédito abierto: algunos ejemplos comunes de crédito abierto son las tarjetas de crédito, las tarjetas bancarias, las tarjetas de grandes almacenes y las líneas de crédito sobre el valor neto de la vivienda (HELOC, por sus siglas en inglés). En virtud de la ley TILA, las instituciones financieras que ofrecen este tipo de líneas de crédito están obligadas a revelar la información pertinente sobre sus servicios, proporcionar detalles específicos sobre cualquier cambio periódico en las condiciones y seguir directrices estrictas en lo que respecta a los argumentos de venta y las nuevas solicitudes.
- Créditos cerrados: Algunos ejemplos comunes de créditos cerrados son los préstamos hipotecarios y los préstamos para la compra de automóviles. En virtud de la ley TILA, las entidades financieras que ofrecen este tipo de préstamos están obligadas a revelar información detallada sobre las condiciones del préstamo y de facturación y a cumplir la normativa relativa a penalizaciones y comisiones, así como a adherirse a una letanía de otros requisitos diversos.
Por otra parte, hay ciertas transacciones financieras relativas a servicios de crédito y préstamo que están exentas de la TILA. Estas transacciones incluyen:
- “Crédito concedido principalmente con fines empresariales, comerciales o agrícolas”.
- “Crédito concedido a una persona que no sea física (incluido el crédito a agencias o entidades gubernamentales)”.
- “Crédito superior a 25 mil dólares no garantizado por bienes muebles o inmuebles utilizados como vivienda principal del consumidor”.
- “Crédito de utilidad pública”.
- “Crédito concedido por un corredor de bolsa registrado en la Securities and Exchange Commission (SEC) o en la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), relativo a cuentas de valores o materias primas”.
- “Planes de presupuesto de combustible para el hogar”.
- “Ciertos programas de préstamos estudiantiles”.
¿Cuáles son las sanciones por infringir la TILA?
Hay una variedad de sanciones que pueden imponerse contra las instituciones financieras y los prestamistas que no cumplan con las disposiciones de la TILA. Por ejemplo, en los casos en que un acreedor no revele la información que está obligado a revelar en virtud de las disposiciones de la TILA, puede ser considerado responsable de cualquier perjuicio financiero que un consumidor pueda sufrir como consecuencia de dicha omisión. Para ello, la TILA es aplicada por la Comisión Federal de Comercio (FTC). Como tal, la FTC está facultada para imponer una sanción pecuniaria de hasta 5.000 dólares, una pena de prisión de hasta un año, o ambas. Además, los consumidores estadounidenses también tienen derecho a interponer recursos privados en relación con las infracciones de la TILA, y pueden reclamar daños y perjuicios reales y legales, así como los honorarios de abogados y tribunales.
Dado que los préstamos y las líneas de crédito son el principal medio por el que muchos ciudadanos estadounidenses pueden financiar su estilo de vida y, en consecuencia, mejorar su posición en la sociedad, es de suma importancia garantizar que las transacciones estén reguladas. Por ello, al igual que la Ley de Información Crediticia Equitativa (FCRA), la Ley de Veracidad en los Préstamos ofrece a los estadounidenses diversas protecciones en relación con las líneas de crédito y los préstamos, garantizando que se les revele determinada información de forma oportuna, transparente y no abusiva. Sin embargo, lo que es más importante, la ley también proporciona a los consumidores un medio para recibir una compensación financiera en situaciones en las que se violan sus derechos en virtud de la ley.