Breve historia del término “redactado”

Breve historia del término “redactado”

Debido a las formas públicas en que se comparte actualmente la información en internet y a través de las plataformas de las redes sociales, es imperativo que los datos sensibles y privados se mantengan fuera del dominio público. Desde los semáforos hasta las cámaras corporales de la policía, pasando por las grabaciones de vigilancia, las imágenes y los videos del público se capturan y almacenan constantemente. Si esta información se divulga sin la debida autorización, las consecuencias legales son muchas. Además, la filtración de dicha información amenaza la seguridad y subsistencia de todos los implicados. Por ello, estos materiales deben ser redactados antes de su publicación.

La redacción se define como la eliminación u ocultación de información sensible antes de su publicación o divulgación. Un material redactado no conserva absolutamente ningún rastro de la información redactada. En teoría, cualquier material que se vaya a hacer público podría requerir alguna forma de redacción en algún momento. Ya sean historias clínicas, documentos legales o materiales educativos, todo lo que se haga público debe ser redactado primero para evitar problemas posteriores.

¿Cuál es la historia del término “redactado”?

Muchas personas en todo el país escucharon por primera vez el término “redactado” haciendo referencia al informe de Robert Mueller sobre la investigación de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Según el Wall Street Journal, el diccionario en línea Merriam-Webster reportó que se multiplicaron por 90 las búsquedas del término en los meses posteriores a la publicación de la investigación. En el contexto del informe Mueller, la información personal de varios individuos relacionados con las elecciones presidenciales de 2016 tuvo que ser redactada antes de que las conclusiones de la investigación pudieran hacerse públicas. Sin embargo, el uso de la palabra “redactado” ha evolucionado a lo largo de los siglos en múltiples idiomas.

La moderna palabra inglesa “redacted” se remonta a la palabra latina “redigere”, que se traduce aproximadamente como recoger, reducir u ordenar. El participio pasado de este verbo, “redactus”, llegó al inglés en el siglo XV como la palabra “redact”, que originalmente significaba organizar la escritura o las ideas en una forma cohesiva. En el siglo XVIII, Thomas Jefferson escribió una carta a su esposa Abigail desde París, informándole de que el periódico Journal de Paris había reanudado su publicación tras el arresto de su redactor. Jefferson utilizó el término en el contexto francés, en el que el término se refiere al trabajo de un “redacteur” o editor. En la época contemporánea, los principales informes y hallazgos políticos, como las audiencias del Caso Irán–Contra de 1988, han dado preponderancia al término “redactado” sobre el antiguo “censurado”.

¿Qué tipo de información debe ser redactada antes de sacar los materiales a la luz pública?

Hay una gran cantidad de circunstancias en las que los documentos deben ser redactados para eliminar la información sensible antes de ser compartidos en línea. Por ejemplo, la Regla Federal de Procedimiento Civil 5-2 restringe la divulgación de los siguientes datos personales:

¿Puedo redactar cualquier material?

Mientras que la redacción se ha referido históricamente al ocultamiento de información privada en el contexto de los documentos legales, ahora existen softwares de redacción capaces de editar los rostros y la información personal contenida en imágenes, grabaciones de audio, videos y archivos PDF. Por ejemplo, los datos personales que se comparten durante una llamada urgente al 911 pueden ser encubiertos para que la llamada pueda ser compartida con los medios de comunicación. Por otra parte, los softwares de redacción de video permiten difuminar o pixelar las matrículas de los coches en movimiento para salvaguardar la información personal del público. Además, ahora tenemos la capacidad de redactar automáticamente los materiales en cuestión de minutos, reduciendo en gran medida tanto el tiempo como los costos.

Estos softwares hacen uso de la innovadora tecnología de inteligencia artificial para detectar automáticamente los identificadores únicos que pueden aparecer en un material. Por ejemplo, se pueden eliminar todos los rostros de las imágenes de seguridad que muestran un robo antes de emitir el clip en las noticias. Si bien esto habría sido un proceso largo, minucioso y tedioso antes del desarrollo de la detección automática, ahora esta funcionalidad permite al usuario editar una gran cantidad de información con sólo pulsar un botón. Además, se puede recurrir a la funcionalidad de detección manual, si la detección automática no fue capaz de editar la totalidad de los objetos deseados. Asimismo, funcionalidades como la redacción masiva y la redacción de correos electrónicos ofrecen a los consumidores otras vías de redactar enormes cantidades de información que, de otro modo, serían muy difíciles de procesar. En CaseGuard nos esforzamos diariamente por satisfacer la necesidad siempre cambiante de servicios de redacción, proporcionando a los clientes el software que necesitan para realizar el trabajo de la manera más eficiente posible.

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