Pruebas físicas mal manipuladas o perdidas

Pruebas físicas mal manipuladas o perdidas

La mayoría de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que realizan tareas de investigación son minuciosos, trabajadores y buenos en lo que hacen. Dicho esto, incluso los mejores investigadores cometen errores de vez en cuando. Las palabras se escriben mal en los informes, los coches se estrellan accidentalmente y, en ocasiones, las pruebas físicas se manipulan mal o se pierden. Cuando se pierden pruebas, el agente investigador puede sentir que ha cometido un error que pone fin al caso o, peor aún, a su carrera.

En momentos así, lo más importante que puede hacer el agente es ser sincero y completamente franco sobre la situación. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben ser honestos en todo momento para que la validez de sus informes escritos y su testimonio ante el tribunal nunca puedan ponerse en duda. Lo único que puede hacer el agente para empeorar la situación es mentir sobre lo ocurrido. Aquí echamos un vistazo a algunas de las mejores prácticas que se deben utilizar cuando las pruebas se manipulan mal o se pierden y cómo se pueden evitar futuros casos de pruebas mal manipuladas o perdidas.

Primeros pasos

Tan pronto como el agente investigador se dé cuenta de que se han manipulado mal o se han perdido pruebas, deberá realizar inmediatamente varias notificaciones. La primera de estas notificaciones debe hacerse al supervisor inmediato del agente. Siempre se recomienda que estas notificaciones se hagan por escrito para evitar futuros conflictos sobre lo que se dijo y acordó. El agente también debe notificarlo al fiscal del caso y discutir con él las repercusiones que las pruebas mal manipuladas o perdidas pueden tener en su caso. También es aconsejable notificarlo en ese momento al responsable del sistema general de gestión de pruebas del departamento u organismo. Deberá redactarse un informe en el que se documente la manipulación indebida o la pérdida de pruebas, y deberán introducirse notas o actualizaciones en el sistema de seguimiento de pruebas del departamento o la agencia. Recuerde siempre: lo más importante que puede hacer un agente en esta situación es ser total y completamente sincero con todos los implicados.

Seguir adelante

Una vez que se ha notificado a todas las partes pertinentes la manipulación indebida o la pérdida de pruebas, es importante valorar y evaluar el mejor curso de acción a seguir en relación con el caso investigado. ¿Confesó el sospechoso el delito? ¿Existen en el caso pruebas digitales que puedan mitigar el daño causado al caso por la mala manipulación o la pérdida de pruebas físicas? Puede que, después de todo, no se haya perdido toda esperanza de éxito en el enjuiciamiento. ¿Existen otras medidas de investigación que el agente investigador pueda adoptar en el caso? ¿Hay que interrogar a más testigos o reunir más pruebas?

El agente investigador no debe abandonar su caso por este único error. También es importante señalar que el mal manejo o la pérdida de pruebas no es un reflejo de la competencia del oficial o de su capacidad para desempeñar sus funciones. Todo el mundo comete errores de vez en cuando, incluso los mejores y más dedicados investigadores.

Cómo evitar la manipulación incorrecta o la pérdida de pruebas físicas

Aunque ningún método de gestión de pruebas es perfecto y en ocasiones se cometen errores, hay medidas que los departamentos o agencias policiales pueden adoptar para garantizar que este tipo de incidentes se reduzcan al mínimo.

Lo primero y más importante es contar con un funcionario o empleado civil que se dedique exclusivamente a la gestión y el seguimiento de las pruebas, lo que reducirá en gran medida las posibilidades de que éstas se manipulen incorrectamente o se pierdan. Este funcionario o civil estará en una posición mucho mejor para gestionar las pruebas que otro empleado al que se le pueda asignar la gestión de pruebas como tarea colateral y pueda hacerlo de mala gana. También puede ser sensato que los departamentos u organismos examinen su actual sistema de gestión de pruebas y reevalúen su eficacia y fiabilidad. ¿Incluye el método de gestión de pruebas utilizado un sistema de código de barras? ¿Han recibido los empleados la formación adecuada para utilizar este sistema? ¿Cómo almacena el departamento o la agencia las pruebas electrónicas? ¿Las instalaciones utilizadas para almacenar las pruebas se mantienen a la temperatura adecuada para preservarlas y las cerraduras y los sistemas de alarma de estas instalaciones funcionan correctamente? Tener en cuenta estas cuestiones y evaluar realmente el sistema actual de gestión de pruebas tendrá un efecto importante y duradero a la hora de evitar la manipulación incorrecta o la pérdida de pruebas.

Aunque no todos los casos de pérdida o manipulación indebida pueden tenerse en cuenta, un sistema de gestión de pruebas que aplique las normas CJIS a un nivel interactivo permite a los organismos crear un marco dentro de su sistema y política que minimice estos sucesos. Si su organismo no emplea un sistema de este tipo, ya sea para pruebas físicas o digitales, su organismo puede ser su peor enemigo, y preparar a su personal para el fracaso antes de que desempeñen sus funciones.

Conclusiones

La manipulación incorrecta o la pérdida de pruebas físicas es un asunto importante y no debe tomarse a la ligera. Dicho esto, el mal manejo o la pérdida de pruebas no tiene por qué tener un efecto catastrófico en el caso o la carrera de un agente del orden. Cuando las pruebas se manipulan incorrectamente o se pierden, lo más importante que puede hacer un agente de las fuerzas de seguridad es ser totalmente sincero con todas las personas implicadas en el caso.

Se debe notificar inmediatamente por escrito a los supervisores y a los fiscales, y se debe hacer una evaluación del caso para determinar si sigue siendo enjuiciable. Los servicios y organismos encargados de la aplicación de la ley pueden aprender mucho de las situaciones de manipulación incorrecta o pérdida de pruebas físicas. Después de que se produzcan estas situaciones, los departamentos y organismos encargados de la aplicación de la ley deben evaluar y valorar la eficacia de su sistema de gestión de pruebas y considerar la posibilidad de introducir los cambios o actualizaciones oportunos en dicho sistema. La mejor manera de que los cuerpos y fuerzas de seguridad reduzcan al mínimo la posibilidad de que se manipulen incorrectamente o se pierdan pruebas físicas es adoptar medidas positivas para garantizar que todos los sistemas sean eficaces y que todo el personal reciba la formación adecuada.

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