La Ley CAN-SPAM y los requerimientos para emisores de correos electrónicos
La Ley de Control de Asalto de Pornografía y Mercadotecnia no Solicitada o CAN-SPAM, como se le conoce por sus siglas, es una ley federal que establece varias reglas y regulaciones para el uso del correo electrónico comercial dirigido a destinatarios en los Estados Unidos de América. La ley, que regula aspectos como la promoción digital y la mercadotecnia por correo electrónico, fue aprobada en 2003 con el fin de proteger a los consumidores americanos contra mensajes de correo electrónico maliciosos y no deseados. La Ley CAN-SPAM se aplica a cualquier correo electrónico de carácter comercial dirigido a consumidores dentro de los Estados Unidos de América, ya sea dicha comunicación del tipo empresa-consumidor o empresa-empresa.
Tanto los mensajes transaccionales como los relativos a mercadotecnia están bajo la jurisdicción de la Ley CAN-SPAM. Los correos electrónicos transaccionales sólo están obligados a transmitir información veraz, pero los correos electrónicos de carácter comercial están sujetos además a los siguientes requerimientos:
- Evitar engañar al destinatario – Los correos electrónicos de carácter comercial dirigidos a consumidores americanos deben contener una presentación precisa del emisor, sea este un individuo, compañía o marca; así como una clara y no engañosa línea de asunto. Además, la línea de asunto debe describir de forma precisa el contenido del mensaje. Por otro lado, los correos electrónicos de mercadotecnia deben transmitir un mensaje o propósito preciso, ya sea este de promoción o publicidad.
- Incluir una dirección postal en el cuerpo del correo electrónico – Los correos electrónicos de carácter comercial deben contener una dirección postal en el cuerpo del mensaje, a la cual se pueda enviar una solicitud de anulación de suscripción.
- Proveer un enlace para anular la suscripción – Los correos electrónicos de carácter comercial deben contener un link obvio y visible, que permita al destinatario anular la suscripción y evitar así la recepción de futuros mensajes provenientes de dicho emisor.
- Honrar las solicitudes de exclusión voluntaria en un plazo de 10 días – Los emisores de correos electrónicos de carácter comercial tendrán hasta 10 días laborables para procesar de forma efectiva las solicitudes de anulación de suscripción, que han sido enviadas por los destinatarios de correos electrónicos. Actualmente, muchos proveedores de servicio de correo electrónico realizan esta acción de forma automática, sin costo adicional para el emisor. Sin embargo, el emisor de correos electrónicos debe mantener la supresión global de forma indefinida, incluso cuando haya cambiado de proveedor de servicios de internet.
- Responsabilidad de los emisores y sus agencias – Todas las agencias y consultantes que envíen correos electrónicos en nombre de clientes se hacen responsables por dichos mensajes, bajo las mismas normativas que rigen la comunicación entre su cliente y el destinatario de correo electrónico. Las empresas y compañías tienen prohibido desentenderse de su responsabilidad legal bajo la Ley CAN-SPAM.
¿Qué pasa si un correo electrónico combina los contenidos comercial y transaccional?
Es extremadamente común en correos electrónicos enviados por compañías o empresas el contener una mezcla de contenido comercial y transaccional. En dichos casos el propósito primario del mensaje es el factor determinante bajo la Ley CAN-SPAM. Por ejemplo, se considera comercial el propósito principal de una comunicación si el contenido transaccional no aparece claramente al principio del mensaje o si el destinatario concluye que el mensaje contiene un anuncio o promoción de un producto o servicio comercial, después de haber interpretado razonablemente la línea de asunto de dicho mensaje. En resumen, cuando un mensaje de correo electrónico contiene una mezcla de contenido comercial y transaccional, la línea de asunto es el factor determinante.
¿Qué pasa si un mensaje de correo electrónico incluye contenido de más de una empresa o compañía?
Si un mensaje de correo electrónico promueve o anuncia los sitios web, bienes o servicios de más de un vendedor, la Ley CAN-SPAM establece un método claro para determinar quién debe ser considerado responsable en términos de cumplimiento. Los vendedores cuyos sitios web, bienes o servicios se promocionan o anuncian dentro de un mensaje de correo electrónico pueden designar a un solo vendedor como remitente para los fines de la Ley CAN-SPAM, siempre que el remitente designado cumpla con los siguientes criterios:
- Se adhiera a la definición de “remitente” de la Ley CAN-SPAM. Esto ocurre cuando el emisor inicia el mensaje de correo electrónico comercial promocionando o publicitando sus propios sitios web, bienes o servicios.
- Se identifique específicamente en la línea “de” en el mensaje de correo electrónico.
- Cumpla con las disposiciones del “iniciador” según los descrito por la Ley CAN-SPAM. Esto significa que el remitente garantiza que el mensaje de correo electrónico no contiene un asunto o información engañosa y que el correo electrónico incluye una dirección postal válida, un enlace de exclusión voluntaria funcional y una identificación adecuada con respecto a cualquier contenido sexual o comercial explícito.
¿Cuáles son las sanciones por violar la Ley CAN-SPAM?
Cada violación de la Ley CAN-SPAM puede resultar en multas y sanciones de hasta 43792 dólares. Asimismo, más de una persona o entidad puede ser considerada responsable de estas violaciones. Por ejemplo, tanto la empresa cuyo producto ha sido promocionado en un mensaje de correo electrónico comercial, como la empresa que originó dichos mensajes pueden ser considerados responsables de las violaciones de la Ley CAN-SPAM. Adicionalmente, es considerado responsable de violación de la Ley CAN-SPAM el emisor de cualquier correo electrónico que se haya demostrado que contiene afirmaciones engañosas o desorientadoras sobre productos o servicios. La Comisión Federal de Comercio es la entidad responsable por la aplicación de la Ley CAN-SPAM e impone sanciones penales, incluida la pena de prisión, a las empresas y personas que participen en las siguientes acciones:
- Acceder sin consentimiento o autorización a la computadora de otra persona con el objetivo de enviar mensajes de correo electrónico no solicitados.
- Utilizar información falsa al registrar varias cuentas de correo electrónico o nombres de dominios.
- Retransmitir varios mensajes spam a través de una computadora con el fin de engañar a potenciales consumidores sobre el origen de dicho mensaje.
Reunir direcciones de correo electrónico o generarlas por medio de un “ataque de diccionario”. El uso de esta práctica permite a un remitente enviar mensajes a direcciones de correo electrónico que consistan en letras y números aleatorios con la esperanza de alcanzar direcciones válidas. - Aprovecharse de servidores proxy o relés abiertos sin permiso explícito.
Es apropiado que el gobierno de los Estados Unidos de América establezca leyes federales con relación al contenido de los mensajes de correo electrónico puesto que la mensajería electrónica se ha convertido en una de las formas más comunes de comunicación en todo el mundo. Gracias a la Ley CAN-SPAM los consumidores estadounidenses pueden estar seguros de que los remitentes de correo electrónico no pueden sostener afirmaciones falsas o engañosas relacionadas con sus productos o servicios. Además, la Ley CAN-SPAM protege la privacidad del consumidor al garantizar que los remitentes de mensajes de correo electrónico se identifiquen, proporcionen enlaces de exclusión voluntaria o cancelación de suscripción y brinden una dirección postal física que permita darse de baja al receptor.