El FBI, la privacidad de los datos y los fallos de redacción

El FBI, la privacidad de los datos y los fallos de redacción

A pesar de que los avances tecnológicos de la última década han permitido el desarrollo de programas informáticos que pueden redactar automáticamente información personal en todo tipo de archivos, incluidos vídeos, grabaciones de audio, documentos PDF y mensajes de correo electrónico, entre otros, sigue habiendo situaciones en las que un profesional jurídico o un asistente ejecutivo puede no redactar correctamente un artículo de prensa. En consecuencia, cuando se dan estas circunstancias, puede haber consecuencias adversas para todas las partes implicadas, que van desde daños a la reputación hasta multas y sanciones monetarias.

Para ilustrar aún más este punto, en 2016 se produjo un grave error de redacción, cuando el gobierno federal de Estados Unidos no redactó correctamente varios documentos relacionados con el enjuiciamiento del conocido consultor de inteligencia informática y denunciante de la privacidad Edward Snowden. Como referencia, Edward Snowden publicó en 2013 varios documentos clasificados en los que se detallaban las prácticas de la entonces Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y posteriormente fue objeto de varios cargos federales como consecuencia de sus acciones. Por este motivo, Snowden reside en Rusia desde 2013, pero varios procesos judiciales han sacado a la luz información relativa al servicio cifrado que Snowden utilizó para revelar un tesoro de información clasificada.

Ladar Levison

A este último respecto, debido a los diversos acuerdos de no divulgación (NDA) que Edward Snowden había firmado durante su permanencia en varias agencias gubernamentales estadounidenses, entre ellas la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la mencionada NSA, intentó divulgar varios documentos clasificados sin que los hechos se relacionaran directamente con él. En consecuencia, en un intento por descubrir los canales exactos de comunicación que Snowden utilizó para distribuir miles de documentos clasificados al público en general en 2013, el FBI comenzó a llevar a cabo una serie de investigaciones sobre el asunto.

Dicho todo esto, Ladar Levison, creador del servicio de correo electrónico seguro Lavabit, una plataforma de mensajería cifrada de código abierto, estaba en el punto de mira de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) por su presunto papel en la ayuda prestada a Snowden para dar a conocer al mundo documentos clasificados del Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, esta información sólo se descubrió tras un fallo de redacción por parte del gobierno federal, ya que el FBI mantuvo durante años que su caso original se basaba en la idea de que Lavabit había estado funcionando esencialmente como una red de comunicación para delincuentes.

Alternativamente, un comunicado de prensa que fue emitido por Levison en 2016 declaró que “El caso original relativo a la autoridad de las fuerzas del orden para obligar a la divulgación de una clave privada SSL/TLS, que pertenecía a Lavabit, y se utilizó para proteger las comunicaciones de todos los 410.000 clientes, cuando sólo uno de esos clientes era objeto de una investigación criminal.” A raíz de estas acusaciones, Levison se vio obligado a “instalar un paquete de vigilancia en los servidores de su empresa y, posteriormente, a entregar las claves de cifrado de Lavabit para que el FBI pudiera leer los mensajes más seguros que ofrecía la empresa.”

Fallo en la redacción de documentos

Sin embargo, documentos no sellados que fueron obtenidos de un tribunal federal de EE.UU. por la organización de transparencia Crpytome confirmaron que “[email protected]” era el objetivo previsto de la acción contra Lavabit”. En consecuencia, el FBI no redactó adecuadamente esta información de los documentos que presentó al tribunal durante su procesamiento de Levison y su empresa. De acuerdo con las normas de redacción de los tribunales federales, la información personal de los individuos, como las direcciones de correo electrónico, entre otras cosas, debe ser redactada de todos los documentos que se presentan en el sistema judicial federal.

En este sentido, los fallos de redacción del FBI con respecto a la causa penal que se impuso contra Ladar Levison y Lavabit ponen de relieve los riesgos potenciales que pueden surgir cuando los documentos se redactan indebidamente. A pesar del hecho de que Snowden ha permanecido en Rusia desde que huyó inicialmente de Estados Unidos en 2013, y ha sido objeto de varios casos legales adicionales desde entonces, los fallos de redacción del gobierno de Estados Unidos sólo sirvieron para apoyar las reclamaciones originales de Snowden en primer lugar, ya que el FBI ha estado tratando de espiar a Snowden bajo el pretexto de investigar un servicio de mensajería de correo electrónico, al igual que la NSA había sido acusada de espiar a la población estadounidense bajo el pretexto de proteger la seguridad nacional.

Aunque todavía no se han determinado los motivos por los que el FBI no redactó la información personal de Edward Snowden al presentar sus documentos para su revisión ante el tribunal desde que se conoció la noticia en 2016, el fiasco subraya la necesidad de un software adecuado que pueda utilizarse para redactar documentos de manera eficiente. Si los funcionarios del gobierno que supervisaron el caso hubieran utilizado uno de estos programas de software de redacción, el FBI podría haber evitado gran parte del escrutinio público que se dirigió contra ellos tras el error, ya que sus fallos solo sirvieron para apoyar las controvertidas decisiones de Snowden, independientemente del hecho de que estas decisiones fueran ilegales.

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