Difuminar caras en vídeos y la verdad de cámaras corporales
December 10, 2024 | 5 minutes read
La policía y otros miembros de las fuerzas del orden se enfrentan cada día a situaciones delicadas. Son testigos de actos violentos, de delitos en curso y de declaraciones lacrimógenas de testigos. Y si llevan un BWC, todos estos momentos quedan grabados y posiblemente sujetos a difusión pública en virtud de la legislación estatal y federal. Antes de que estas grabaciones puedan hacerse públicas, debe llevarse a cabo una operación denominada “redacción”, que incluye la difuminación de rostros y otra información sensible.
¿Qué son las cámaras corporales?
BWC son las siglas de body-worn camera (cámara corporal). Se trata de un equipo que se ha hecho cada vez más popular entre las fuerzas del orden en la última década. Las cámaras corporales son una herramienta utilizada para fomentar la confianza y el sentido de la responsabilidad entre los agentes del orden y las comunidades a las que sirven.
El vídeo grabado por las cámaras corporales puede utilizarse para proteger a los agentes y a los ciudadanos frente a reclamaciones falsas de cualquiera de las partes durante un encuentro. Las cámaras corporales se han utilizado en todo el mundo, desde el Reino Unido hasta China. En 2015, el entonces presidente Barack Obama aprobó una iniciativa federal para dotar a las fuerzas del orden de cámaras corporales en respuesta al aumento de tiroteos de alto nivel en los que se vieron implicados agentes de policía y miembros de la comunidad afroamericana.
En el marco de este programa, se concedieron más de veinte millones de dólares a organismos encargados de hacer cumplir la ley en 32 estados, y se proporcionó más ayuda para la compra de CAB en forma de subvenciones a través de la Iniciativa Smart Policing de la Oficina de Asistencia Judicial.
Implicaciones jurídicas de la vigilancia
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) reconoce que las cámaras corporales que llevan las fuerzas del orden son un arma de doble filo. Por un lado, las imágenes grabadas pueden utilizarse para proteger a las personas, pero sin la regulación y el manejo adecuados podrían ser objeto de abuso y utilizarse para hacer daño. La ACLU ha redactado y modificado un documento que denomina “Ley modelo para regular el uso de cámaras corporales portátiles por parte de las fuerzas de seguridad”, que se actualizó por última vez en 2021 e intenta abordar la compleja cuestión de las cámaras corporales portátiles y la privacidad.
La vigilancia de cualquier tipo corre el riesgo de violar el derecho a la intimidad de las personas. Conversaciones que debían ser privadas, los rostros de los niños y las direcciones de las víctimas son cosas que pueden ser grabadas por un BWC y no deben correr el riesgo de ser reveladas públicamente. Para reducir el riesgo de que se divulguen imágenes que contengan información delicada, cuando un departamento adquiere una cámara de videovigilancia debe considerar prioritarias unas directrices de protección y una formación exhaustiva de los agentes.
La necesidad de difuminar los rostros
Cuando el público o la prensa solicitan imágenes de incidentes grabados con cámaras corporales, o cuando el departamento las difunde voluntariamente, es necesario editarlas. La supresión más habitual en los vídeos grabados por las fuerzas de seguridad es probablemente la difuminación de un rostro. Esto se debe a que, tanto si el incidente se produce en una residencia privada, en la tienda de la esquina o en una calle concurrida, inevitablemente habrá transeúntes inocentes.
Aunque la Constitución no establece el derecho a la intimidad, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha defendido durante mucho tiempo el derecho individual a la intimidad en diversas formas. Para proteger la intimidad de las partes no implicadas que han sido grabadas por cámaras corporales, las fuerzas del orden deben suprimir sus rostros. La supresión puede hacerse con un efecto de desenfoque o pixelado, así como cubriendo la cara con un recuadro opaco de color.
¿Qué más se debe difuminar de los vídeos?
Los rostros de las personas no son lo único que debe difuminarse (redactarse) cuando se publica una grabación de una cámara corporal. Elementos como las matrículas de los vehículos, las direcciones de los domicilios, la documentación fiscal sobre la mesa de la cocina, etc., se consideran información sensible y deben suprimirse. El efecto de desenfoque aplicado a los rostros debe aplicarse a cualquier elemento que pueda revelar la identidad de personas no implicadas o ponerlas en peligro.
Difumine rostros de vídeos con herramientas automáticas como CaseGuard
CaseGuard Studio es una solución de redacción todo en uno potenciada por IA. Con ella, puede difuminar información sensible de vídeos, imágenes, audio y documentos con un solo programa. El software tiene opciones de redacción manual y automática, lo que le permite difuminar un número ilimitado de caras con sólo unos clics.
Cuando se redacta manualmente con CaseGuard Studio, basta con hacer clic y arrastrar sobre todos los rostros que se desea difuminar y elegir el efecto que se desea aplicar. Dos efectos populares son difuminar y pixelar. La redacción manual ofrece a la persona que redacta el mayor control, pero puede llevar mucho tiempo; por eso CaseGuard Studio se ha optimizado con tecnología de inteligencia artificial para agilizar el proceso de redacción.
La detección automática de IA es una herramienta que ofrece CaseGuard Studio y que le permite difuminar automáticamente no sólo rostros, sino también matrículas, papeles, coches enteros, tarjetas de crédito, cheques y mucho más. Una vez que seleccione lo que desea que sea borrado y con qué efecto, el proceso de borrado comenzará automáticamente.
Para obtener más información sobre cómo difuminar rostros con CaseGuard Studio, consulte el siguiente vídeo.
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