Automatización de la censura de vídeos con IA

Automatización de la censura de vídeos con IA

La inteligencia artificial (IA) es una subdivisión multidisciplinar de la informática centrada en el desarrollo de tecnología inteligente con capacidad para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (AM) han cobrado protagonismo en el sector tecnológico. Este es especialmente el caso de la grabación, el procesamiento y la edición de vídeo, donde la IA se está aplicando de varias maneras. El aprendizaje automático se define de forma diferente, pero es similar a la IA. En términos más sencillos, una forma de explicarlo es que la IA es toda la información y los conocimientos que ya se tienen, mientras que el aprendizaje automático estará relacionado con las medidas que se eligen para obtener esos conocimientos, como aprender, percibir, estudiar o incluso cometer errores.

Entender la inteligencia artificial

La Inteligencia Artificial (IA) es la capacidad de las máquinas, en particular los sistemas informáticos, de emular las funciones de la inteligencia humana. Estos mecanismos incluyen la comprensión (adquisición de conocimientos y reglas para utilizar la información), el razonamiento (utilización de reglas para llegar a conclusiones probables o definitivas) y la autocorrección.

La IA puede clasificarse como débil o fuerte. La IA débil se refiere a un sistema de IA diseñado y entrenado para una tarea concreta, también conocida como IA estrecha. Los asistentes personales digitales son un tipo de IA débil, como Siri de Apple y Alexa de Amazon. La IA fuerte, por otro lado, es un programa de IA con habilidades cognitivas humanas generalizadas, también conocido como inteligencia general artificial. Un sistema de IA fuerte, cuando se enfrenta a una tarea desconocida, debe ser capaz de encontrar una solución sin intervención humana.

Aplicaciones de la IA en las fuerzas del orden

Las fuerzas del orden son responsables de la seguridad pública y se enfrentan a todos los problemas que conlleva. Afortunadamente, para muchos aspectos de su trabajo, los agentes de policía pueden confiar en la tecnología. La tecnología de inteligencia artificial se ha convertido en los últimos años en un elemento esencial del trabajo policial global.

1. Reconocimiento facial

En el ámbito policial, la tecnología de reconocimiento facial es fundamental. Los agentes de policía aplican el reconocimiento facial en la identificación de delincuentes buscados y personas desaparecidas. Por tanto, como era de esperar, analizar estos vídeos en busca de información vital puede resultar complicado y laborioso. Las secuencias de vídeo obtenidas de cámaras callejeras suelen ser de muy baja calidad. Por lo tanto, como era de esperar, analizar estos vídeos en busca de información vital puede resultar difícil y laborioso. La mayoría de las unidades de policía ni siquiera disponen de personal o expertos suficientes para satisfacer la demanda de análisis de imágenes necesaria para resolver todos sus casos.

La IA garantiza una mayor coherencia en la identificación de rostros que las personas, lo que facilita la vida a los agentes. Las máquinas pueden utilizar variables para distinguir rostros más allá de la capacidad normal de los humanos.

2. Vigilancia predictiva

La policía predictiva se define como el poder de anticipar dónde es probable que se cometan delitos, las personas que corren el riesgo de cometerlos, las formas de delincuencia y quiénes serán las víctimas. La policía predictiva es un tema polémico que aún está lejos de aplicarse de forma generalizada. Las organizaciones y ramas de la policía apenas están empezando a estudiar las herramientas policiales predictivas. En última instancia, estos sistemas podrían permitir dar importantes pasos adelante en la predicción y, en el mejor de los casos, la contención de los delitos.

Los algoritmos de IA pueden utilizarse para evaluar los índices de delincuencia en distintas zonas a la hora de predecir los lugares donde se cometen delitos y generar una visualización de los puntos calientes de la delincuencia. Esto informa a las fuerzas del orden para que controlen estas zonas con patrullas y vigilancia adicionales.

La IA también puede proporcionar un mejor conocimiento de las personas que corren el riesgo de cometer una infracción y de las que tienen probabilidades de reincidir cuando salgan de la cárcel, basándose en los datos obtenidos y en el análisis del historial previo. Por supuesto, existe cierto debate sobre lo que debe hacerse con la información adquirida.

3. Robots

Sé lo que te estás imaginando, y no, los seres humanos no estamos preparados para sustituir a la totalidad de nuestras fuerzas policiales por robots. No a corto plazo. Sin embargo, algunas unidades policiales están recurriendo a la robótica para realizar tareas que van desde las rutinarias hasta las más peligrosas.

En lugar de las fuerzas del orden, los robots pueden realizar operaciones difíciles. Pueden acceder a lugares peligrosos y reconocer personas y materiales potencialmente dañinos, una alternativa mejor que poner en peligro la vida de nuestros policías. Hay robots dotados de la capacidad de desactivar explosivos, lo que aumenta la seguridad del público sin perjudicar a la policía. Al incorporar la IA en este ámbito, se puede dar más autonomía a los robots, reduciendo las necesidades de personal y los costes de funcionamiento.

4. Delitos no violentos

La IA es capaz de detectar variaciones en los patrones, y esto es muy adecuado para la detección de delitos no violentos como el fraude y el blanqueo de dinero. Los bancos ya han invertido en la revolución de la IA como parte integrante de su defensa, y las fuerzas de seguridad colaboran con estas instituciones para interceptar estos delitos.

La IA puede identificar productos falsificados y billetes falsos con un alto nivel de precisión mediante el análisis de imágenes, encontrando información que el ojo humano puede pasar por alto.

5. Cámaras

En la mayoría de las grandes ciudades hay cámaras por todas partes: en las aceras, en el interior de los comercios, en los salpicaderos de los coches de policía e incluso en los chalecos antibalas de los agentes. Las fuerzas del orden dependen con frecuencia de los vídeos recopilados para investigar delitos y detener a presuntos delincuentes. Además de incorporar el reconocimiento facial a estos vídeos, la IA también puede reconocer sujetos y sucesos complicados como accidentes de tráfico.

La identificación de objetos es especialmente esencial para los agentes de policía que se esfuerzan por asegurar grandes funciones como conciertos, festivales o maratones. Dado que los agentes no pueden estar en varios lugares a la vez, podrían contar con la IA para avisar si alguien en las inmediaciones es visto con un arma de fuego o se comporta de forma poco habitual y puede ser una posible amenaza.

La IA también podría utilizarse para procesar las grabaciones de vídeo, además de para identificar posibles infracciones y capturar pruebas de vídeo. Antes de ser archivadas como pruebas, las grabaciones de vídeo captadas por los medios mencionados deben filtrarse para garantizar que se preserva la intimidad de las víctimas, los testigos y los transeúntes inocentes, cumpliendo al mismo tiempo la Ley de Libertad de Información (FOIA). En otras palabras, si bien es importante que las fuerzas del orden pongan a disposición del público las pruebas de vídeo, es igualmente esencial que los agentes se aseguren de que las pruebas no atentan contra la intimidad de las víctimas, los ciudadanos inocentes y los menores que puedan aparecer en los vídeos. En consecuencia, los vídeos deben examinarse, editarse y suprimirse las partes necesarias.

Redacción de vídeos

Las pruebas de vídeo son inmensamente valiosas para todas las divisiones policiales del país y del mundo en general; facilitan la seguridad pública mediante retransmisiones en directo, ayudan a crear pruebas digitales fiables e incluso mejoran la conducta policial. Sin embargo, el procesamiento de vídeo y su uso como prueba sigue presentando enormes dificultades, sobre todo en lo que respecta al almacenamiento, la seguridad y la confidencialidad de las personas, ya que los cuerpos de seguridad intentan cumplir la Ley de Libertad de Información (FOIA). ¿Qué ocurre cuando se obtienen grabaciones de cámaras corporales y cámaras de salpicadero de un departamento de policía de 2.000 personas después de todo un turno? ¿Cómo satisfacen las instituciones de seguridad del Estado los requisitos de la FOIA y las restricciones a la privacidad? El principal problema es que los organismos policiales carecen de tiempo o recursos para redactar las grabaciones de vídeo como exige la ley.

La redacción es un elemento crucial para garantizar la confidencialidad de la información privada. Aunque el principio está claro, es bastante difícil de poner en práctica. En todo el país, los organismos policiales captan ingentes cantidades de imágenes que se entregan al público o se presentan como pruebas ante los tribunales. Sin embargo, la rápida accesibilidad se está convirtiendo en un reto cuando los departamentos se ven obligados a cumplir estrictas leyes federales sobre confidencialidad y difusión, como la FOIA, que obliga a la policía a difuminar rostros y matrículas antes de su publicación. La edición de vídeo, aunque necesaria, parece ser bastante laboriosa y costosa, ya que requiere un gran equipo para revisar los vídeos y editar manualmente partes del vídeo que pueden comprometer la intimidad de los ciudadanos. A medida que se incorporan cámaras corporales y de salpicadero, se capturan más horas de vídeo que deben procesarse y editarse. Aquí es donde la IA se vuelve conveniente, con el potencial de reducir los costes laborales al tiempo que se mantiene la privacidad de los ciudadanos.

Cómo reduce costes la IA

En lugar de eliminar físicamente el contenido fotograma a fotograma, el software de redacción con IA clasificará y generará una lista cronológica de posibles materiales de vídeo de interés, desde matrículas hasta rostros humanos. Posteriormente, los agentes de la ley marcan la casilla junto al objeto que desean que se redacte, y el programa excluye automáticamente cada uno de ellos. Una tarea que antes requería horas de trabajo intensivo y costoso puede realizarse ahora en unos minutos. Los departamentos de policía no son las únicas instituciones que pueden beneficiarse de esta reducción de costes; en algunos estados, se espera que los abogados cubran los gastos ocasionados durante el procesamiento de las pruebas de vídeo. Esto puede suponer a la fiscalía un gasto de hasta miles de dólares. Con el uso de sistemas de IA, esta enorme cifra podría reducirse drásticamente.

Por qué la IA protege la privacidad

Los programas de edición de vídeo basados en IA emplean la comparación de patrones para reconocer elementos dentro de una grabación de vídeo. El software de redacción está preprogramado para detectar cabezas de personas o matrículas. Una vez identificado el sujeto, el operador del programa puede elegir fácilmente el elemento que se difuminará en todo el videoclip. Una vez borrado el sujeto, el producto final parece como si el objeto nunca se hubiera filmado en primer lugar, y sin ninguna identificación adjunta. A continuación, el usuario de la IA puede desplazarse por el vídeo para asegurarse de que las reducciones necesarias se realizan de forma completa y precisa.

A diferencia de los sistemas avanzados que pueden implicar horas de formación, el software de redacción de vídeo basado en IA desarrolla esencialmente los mismos procesos que los departamentos de policía han desplegado a lo largo de los años. Con estos sistemas implantados, los agentes pueden estar seguros de que la información sensible se mantiene a salvo, al tiempo que se fomenta la rendición de cuentas al divulgar fácilmente la información y preservar la privacidad de las personas.

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