Las pruebas y el elemento humano
Durante las últimas décadas, la industria informática ha crecido rápidamente y ahora representa el 10% del PIB de Estados Unidos. En este breve lapso de tiempo, la tecnología de la información ha superado a las industrias automovilística, siderúrgica, petroquímica, minera y del gas natural juntas. Algunos de estos asombrosos avances tecnológicos también han hecho progresar el ámbito de la aplicación de la ley. Desde el uso de ordenadores para llevar a cabo investigaciones criminales, análisis de delitos y despachos hasta la adopción de sistemas informáticos integrados, pasando por el procesamiento y uso de pruebas de ADN o la recogida y seguimiento de pruebas, está claro que la tecnología ha cambiado la forma de trabajar de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Sin embargo, a pesar de todos los avances y ventajas que proporciona la tecnología de la información, algunos retos permanecen inalterados.
Algunos de estos retos persistentes pueden verse claramente en el ámbito de la gestión de pruebas. En la actualidad, la mayoría de los organismos cuentan con algún tipo de sistema informatizado de gestión de pruebas. Además del hecho de que los organismos tienen que lidiar con sistemas poco manejables, que pueden ser difíciles de integrar con un software en continua mejora, y a pesar de la batalla por mantenerse al día sin salirse del presupuesto, los organismos siguen teniendo que lidiar con el elemento humano implicado en la selección, recopilación, almacenamiento y seguimiento de las pruebas. Un software puntero de gestión de pruebas no omitirá ni corregirá el error humano o la falta de criterio.
Persisten los mismos retos. Se cometen errores al realizar el trabajo de laboratorio. Los elementos de prueba se empaquetan incorrectamente. Se olvidan pasos del procedimiento de recogida de pruebas, como escribir las iniciales en el sello del paquete. Los artículos se mezclan incorrectamente dentro de un paquete, o no se inventariaron completamente. A veces, se presentan artículos que no son pertinentes, mientras que otros artículos pertinentes ni siquiera se recogen. No se trata de una letanía de los defectos del personal policial. Se trata más bien de un debate franco sobre la fragilidad de los seres humanos. Todos cometemos errores. Y, la mayoría de los agentes van de llamada en llamada mientras avanzan en su jornada laboral. No tienen oportunidad de procesar pruebas durante sus turnos. Procesar pruebas es lo que hacen al final de la jornada, cuando están cansados y lo único que quieren es irse a casa. Naturalmente, en ese momento, cualquiera de nosotros sería más propenso a cometer errores o a olvidar detalles importantes.
Se han producido avances increíbles en la tecnología de apoyo al personal policial, especialmente en el ámbito de la gestión de pruebas. La tecnología de la información puede mejorar la eficacia y la productividad, permitir a los organismos almacenar y condensar grandes cantidades de información y tener un mayor acceso a ella, así como aumentar la capacidad de compartir información. Los mejores programas informáticos de gestión de pruebas pueden simplificar los procedimientos y contribuir a eliminar los errores humanos. Sin embargo, siempre dependeremos de personas que observen y juzguen lo que es o no pertinente. Dependemos de las personas para realizar las tareas físicas de recogida y empaquetado de pruebas. Además, dependemos de las personas que diseñan, supervisan y utilizan las tecnologías que pueden ser tan útiles. Al final, nuestra tecnología es tan buena como las personas que hacen el trabajo. Siempre tendremos que lidiar con el elemento humano.