Entrevistas a niños testigos

Entrevistas a niños testigos

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley darían cualquier cosa por evitar que un niño presenciara un delito u otro suceso traumático. Desafortunadamente, los niños son a menudo espectadores involuntarios antes, durante y después de que se haya cometido un delito y pueden ser los únicos testigos de un delito en ciertas situaciones. Aunque utilizar a un niño como testigo debe ser el último recurso en un caso penal, a menudo es necesario hacerlo. Si no se puede evitar, el agente del orden debe ser consciente del bienestar físico y emocional del niño y debe minimizar cualquier trauma potencial que pueda sufrir. El interrogatorio de un niño testigo debe realizarse de manera sustancialmente diferente al de un testigo adulto. Seguir algunas directrices básicas garantizará que el trauma y el estrés que experimenta el niño antes, durante y después de la entrevista se reduzcan al mínimo. Tenga en cuenta que este artículo se refiere únicamente a la entrevista de niños testigos; la entrevista de niños víctimas se tratará más adelante.

Lugar de la entrevista

Cuando se decide entrevistar a un niño testigo, es muy importante determinar el lugar adecuado para hacerlo. El lugar de la entrevista debe ser un lugar seguro (es decir, no en o cerca de una escena del crimen activa o dentro del alcance visual de cualquier sospechoso potencial). Aunque una comisaría de policía u otra instalación segura de las fuerzas del orden pueda parecer un lugar ideal, el niño testigo puede sentirse intimidado por el numeroso personal de las fuerzas del orden presente o puede no entender que no se encuentra en problemas de ningún tipo. Si el Departamento de Menores y Familias o el Departamento de Servicios de Protección de Menores de su jurisdicción dispone de instalaciones preparadas para realizar interrogatorios de menores, merece la pena que se informe sobre la posibilidad de utilizar sus instalaciones para el interrogatorio. Estas instalaciones están diseñadas para que los niños se sientan cómodos, a menudo ofreciéndoles una actividad divertida para hacer durante la entrevista, y suelen estar equipadas para proporcionar una grabación digital de la entrevista que se utilizará como prueba digital más adelante.

Permiso para entrevistar al menor

Dependiendo de su jurisdicción, puede ser necesario obtener el permiso de los padres o tutores del menor antes de comenzar la entrevista. También es importante que el personal encargado de hacer cumplir la ley sepa qué dicta la política específica de su organismo en relación con las entrevistas a menores y qué permisos deben darse antes de la comisión de la entrevista. En caso de duda, no proceda a la entrevista. En caso necesario, siempre se puede volver a programar la entrevista para una fecha posterior.

Entrevistar al niño testigo

El número de veces que se entreviste a un niño testigo debe ser el mínimo posible. Esto es importante porque el niño puede experimentar el trauma y el estrés de revivir el delito en cada entrevista. También es probable que si el niño es entrevistado varias veces, su testimonio pueda parecer ensayado si alguna vez tiene que testificar ante un tribunal. La fase más importante en el proceso de entrevista de un niño testigo es la de compenetración. Es una buena idea empezar la entrevista haciendo preguntas al niño sobre su escuela, sus aficiones y sus amigos (etc.) antes de hacer preguntas sobre el delito del que ha sido testigo. El entrevistador debe hacer preguntas abiertas, sencillas y no capciosas, y evaluar si el niño debe ser llamado como testigo ante un tribunal, en caso de que sea necesario. También es una buena idea comprobar que el niño puede diferenciar entre la verdad y la mentira. Si el niño es lo suficientemente competente para hacerlo, es más que probable que pueda testificar durante un juicio si surge la necesidad. Por último, el niño debe estar siempre en presencia de dos adultos, preferiblemente ambos agentes de la ley y al menos uno del mismo sexo que el niño. Si se dispone de un agente de policía o un trabajador social con formación específica en entrevistas forenses a niños testigos o víctimas, la mejor práctica es permitirles que realicen la entrevista o, como mínimo, que la dirijan.

Conclusiones

Realizar con éxito una entrevista a un niño testigo no es tarea fácil. Además de extraer información de una persona cuyo cerebro sólo está parcialmente desarrollado, el entrevistador también debe tener en cuenta las ramificaciones jurídicas/políticas de la realización de la entrevista y también debe considerar el posible trauma que la entrevista puede causar al niño. Sea cual sea el resultado, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben asegurarse de que el niño esté seguro y cómodo, y deben tener especial cuidado de no traumatizarlo. Si adoptan las medidas adicionales necesarias para facilitar la entrevista de un niño testigo, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley pueden asegurarse de maximizar el valor que un niño testigo puede aportar a su caso, minimizando al mismo tiempo el estrés y el trauma que la entrevista puede causar en el niño.

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